Q-Llet la forman cuatro veterinarios que asesoran explotaciones lecheras para prevenir la salud de las vacas y garantizar la calidad de la leche que producen. Ya hace más de 15 años que trabajan en un ámbito que no siempre es conocido por las personas ajenas al sector, y han podido conocer la realidad de granjas en todo el mundo: desde las explotaciones más próximas a Cataluña hasta el resto de España, Europa e incluso más allá. Hemos hablado con Oriol Franquesa, uno de los socios de la empresa, que nos ha acercado algo más la realidad del mundo ganadero.

¿Cuándo se creó Q-Llet?

OF.- El proyecto nació en 2005 con dos veterinarios, a pesar de que ahora somos 4: Demetrio, Laura, Chatón y yo. Nos dedicamos al asesoramiento en calidad de leche con el objetivo de asegurar que las granjas hacen un producto de calidad, tal como demanda la industria y los consumidores.

¿Cuál es vuestra actividad principal?

OF.- Trabajamos en un ámbito que implica casi todas las otras áreas de una granja: la revisión de los equipos de ordeño, la valoración del confort y bienestar animal, el diseño de instalaciones, la formación del personal de ordeño, el asesoramiento en tratamiento de los animales… Tienes que tocar muchos palos dentro de la granja y esto nos gusta mucho.

¿En qué territorios asesoráis granjas?

OF.- Prestamos servicios en todas partes: desde clientes más próximos a Girona, en la Plana de Vic, o en el Vallès, hasta el resto de España pero también fuera: Portugal, Francia, Rumanía, Alemania, etc. Y fuera de Europa hemos viajado a Japón, China, Rusia, Sudáfrica, Canadá, Brasil, etc.

¿Qué implica que una leche tenga calidad?

OF.- Hay dos aspectos relativos a la calidad. Por un lado, hablamos de la calidad del contenido en grasa y proteína, que de esto se cuida el nutrólogo. De la otra, hay la calidad sanitaria de la leche, es decir, que las vacas no tengan ninguna patología en las ubres. Esto se controla mediante las células somáticas. Una leche de buena calidad sanitaria es una leche con bajo recuento de células somáticas -por debajo de 200.000-, con un contenido de bacterias inferior a 10, que no tiene residuos de medicamentos o químicos y que no tiene agua añadida. Todo esto es el que implica la calidad sanitaria de la leche, y a los ganaderos se les paga en función de esta calidad.

¿Cuáles son los principales problemas a nivel médico que se encuentran estas granjas?

OF.- La patología más frecuente y que más gastos genera a las explotaciones son las infecciones de ubres: las mamitis. Esto junto con las cojeras, que también son frecuentes.

¿Cómo abordáis el manejo de las mamitis?

OF.- Desde un enfoque preventivo, porque avanzarte a la enfermedad siempre será mucho más rentable. Trabajar con un enfoque preventivo pide una inversión inicial que después tiene un retorno porque tienes unos animales sanos que producen leche de calidad. Piensa que cada vez que tratamos un animal enfermo quiere decir que tenemos que tirar la leche, e incluso podría ser que el animal se quedara tocado, que no podamos recuperar su producción y que tenga que marchar de la explotación. Por lo tanto, trabajar en prevención es mucho más eficiente a nivel económico, de manejo de trabajo y de bienestar animal. Al final, los ganaderos lo son porque aprecian a los animales y se esfuerzan porque estén sanos.

¿La prevención es un factor de mejora en todos los sentidos?

OF.- Efectivamente. En primer lugar, del bienestar animal. La potencia del bienestar animal de la vaca de leche es que, por un lado, tiene un retorno económico. Pero también genera orgullo en el ganadero, que sabe que está haciendo las cosas bien hechas. Por lo tanto, el ganadero es el primer interesado en fomentar el bienestar animal de su granja. Al final, todos trabajamos para tener animales libres de enfermedad, que estén cómodos y confortables.

Por el trabajo que haces, trabajas mano a mano con los ganaderos…

OF.- Sí, de hecho el ganadero es quien nos enseña a nosotros muchas cosas. Está claro que nosotros estamos constantemente al día como veterinarios, pero dónde realmente aprendo es en el contacto con ganaderos diversos. Cuando uno de ellos prueba algún cambio que le aporta una mejora, aprendemos todos; cuando alguien me hace una consulta y yo le puedo explicar un caso real, también. Por el hecho de visitar tantas explotaciones, nosotros somos un poco los ojos para los ganaderos, que confían porque saben que nos movemos por muchas granjas diferentes. Pero no olvidamos que quién tiene la valentía para llevar a cabo los grandes adelantos son ellos.

¿Hay mucha innovación en este ámbito?

OF.- En el mundo agrario hay mucha tecnología, y es difícil saberlo si no estás dentro trabajando.

¿La ciudadanía tiene pocos conocimientos del sector lechero?

OF.- Si que estaría bien que todo el mundo supiéramos de donde salen las cosas y entendiéramos todo lo que hay detrás del precio que pagamos, pero el ciudadano no tiene la obligación ni el tiempo de conocerlo todo. Quizás nosotros tenemos que comunicar mejor, tenemos que difundir mejor cómo es nuestro mundo, cómo cuidamos los animales, etc.

¿Cómo ha evolucionado el sector de la leche en Cataluña en los últimos años?

OF.- La tendencia ha sido en el crecimiento de las explotaciones, a tener más vacas, a profesionalizarse y a producir más y mejor para sobrevivir a causa de dos factores: los precios de la leche pero también la carencia de relevo generacional. Esta realidad tiene dos lecturas: por un lado, es una lástima, porque se han perdido muchas granjas que vivían de esto y han abandonado el territorio, con la pérdida de riqueza asociada que esto comporta. Pero, por otro lado, quiere decir que tenemos un sector más maduro, profesional y eficiente.

¿Por qué es importante que tengamos un sector lechero fuerte?

OF.- Personalmente soy un defensor de los alimentos de proximidad, y por tanto quiero que aquello que consumo se produzca cerca de mí. Pero también porque los ganaderos son quienes están cuidando de mi país, de mi ecosistema. El bosque dónde a mí me gusta ir a pasear, los campos por donde voy en bicicleta… esto es gracias a los ganaderos. Sin ellos, mi entorno sería muy diferente.

¿Qué relación tiene Q-Llet con ALLIC?

OF.- Para nosotros es básico disponer de la información que nos proporciona ALLIC relativa a las analíticas que hacen de las granjas, del control lechero, etc. Además, es donde enviamos más muestras para identificar los patógenos que tenemos en las granjas. Es nuestro laboratorio de confianza.